Enseñanza
01/10/2021
Un centenar de profesores de Religión celebran el envío y la missio canónica
Ir al enlaceEn Zamora, este sábado 2 de octubre, el Seminario San Atilano ha acogido el encuentro de Profesores de Enseñanza Religiosa Escolar y a continuación, en la iglesia de Santiago del Burgo, el obispo Fernando Valera ha presidido la celebración del envío y la missio canónica.
A las 11.00 de la mañana, en las dependencias del Seminario, comenzó la con la conferencia de María Fuencisla García Casar, bajo el título: "La transmisión del texto hebreo del Antiguo Testamento".
Después del momento formativo, Fernando Valera, obispo de la diócesis, celebró en el templo jubilar de Santiago del Burgo el envío de los profesores de Religión. Fue una entrañable celebración en la que el prelado recordó a los profesores que su tarea la desarrollan “en nombre de la Iglesia Católica. Missio es Misión, tarea que no me pertenece, es de otro y se hace en su nombre”.
Con la Missio Canónica el Obispo, como cabeza de la Iglesia Diocesana, envía a cada uno de los profesores de Religión Católica a desarrollar su tarea en la escuela. Su recepción individualizada expresa que quienes la reciben están capacitados para impartir esa enseñanza en nombre de la Iglesia.
En el contexto de la celebración de la fiesta de los Ángeles Custodios, el obispo instó a los profesores a que también ellos fueran Ángeles, “mensajeros del Señor, seres espirituales que viven y gozan de la gloria de Dios”. Insistió en que, por mucho que en un mundo ilustrado y materialista la realidad de los Ángeles sea como un cuento de niños, es necesario recuperar esa dimensión si se quiere “defender al hombre y al hombre-Dios, a Jesucristo, que es la perfección de la humanidad”. La escuela “necesita Ángeles, seres espirituales que nos recuerden que Dios nos habita, que, dentro de nosotros, en lo más íntimo de nuestra intimidad está el Espíritu”.
El obispo añadió que en estos tiempos “ser profesor de Religión es una tarea apasionante y decisiva, por eso es necesario desde esta asignatura que vuestros alumnos levanten la mirada y puedan entender la vida, la cultura, la historia desde Jesús, la plenitud de lo humano”. Sólo con una sólida educación integral los alumnos darán razón de su esperanza.
Concluyó pidiendo a cada uno de los presentes que fueran en todo momento compañeros de camino, tantas veces difícil, de los niños y jóvenes que llenan las aulas de sus colegios. También les encomendó que fuesen “embajadores de Dios, que estén cerca de él y que experimenten que siempre nos sostiene y nos ayuda”. Monseñor Valera quiso subrayar en este año jubilar un rasgo decisivo de todos los profesores de religión: el de la esperanza que nace de la experiencia alegre del Evangelio. Para conseguir este estilo de ser y estar en la escuela dijo que había un camino: el de “acudir frecuentemente a la oración, a la intimidad y al gozo de estar con el Señor”.
Monseñor Fernando Valera presidió la celebración en la que se expresó su agradecimiento por el trabajo de los profesores de Religión en los centros educativos, tanto públicos como privados, en la enseñanza del evangelio.
Además les recordó que su trabajo "siempre ha sido importante" y les pidió que continuaran con su entrega en el encargo de la Iglesia de predicar a Cristo en sus diversas funciones con los niños, adolescentes, jóvenes y adultos.