30/11/2013
El obispo presidió la Misa del XXV aniversario de Proyecto Hombre
Zamora, 30/11/13. Los actos conmemorativos del vigésimo quinto aniversario de Proyecto Hombre en Zamora finalizaron ayer con una celebración eucarística que presidió el obispo diocesano, Gregorio Martínez Sacristán, y en la que concelebraron el delegado episcopal de Cáritas, Antonio J. Martín, y el anterior director de la entidad, Domingo Dacosta. A la Misa, que tuvo lugar en las instalaciones de Proyecto Hombre en el Camino Viejo de Villaralbo s/n, asistieron alrededor de 80 personas entre residentes, trabajadores, voluntarios y familiares.
El obispo se mostró especialmente cercano en la capilla improvisada que se instaló en una de las salas de reuniones de la comunidad terapéutica. Uno de los momento más emotivos tuvo lugar durante el intercambio de la paz, cuando el obispo decidió colarse entre los fieles para apretar la mano de los asistentes.
Durante su homilía, don Gregorio tuvo palabras para todos. Primero se dirigió a los residentes en Proyecto Hombre, personas que se encuentran en proceso de rehabilitación debido al consumo de drogas. “Deseo decir que todo es posible con la ayuda del Señor, con vuestro esfuerzo y con la ayuda de quienes os rodean”, comenzó. El prelado pidió también a estos jóvenes que fueran “humildes” para ser capaces de “reconocer esta oportunidad que se os da” en referencia al trabajo que desempeñan en el centro para obtener el objetivo marcado: abandonar el consumo de estupefacientes y reinsertarse en la sociedad.
Por otra parte, pidió a los trabajadores y voluntarios que trabajan en Proyecto Hombre que se sintieran “dichosos de poder estar con vosotros” para que sus dificultades puedan “ser superadas. En este sentido, don Gregorio dijo: “Yo les pido que lo hagan de todo corazón. Servicialmente entregados como reflejo de la caridad de la Iglesia”. Además, les sugirió que en los momentos de mayor intensidad: “Mirad hacia arriba y descubrid el rostro de Dios y luego hacia abajo y descubriréis sus rostros. ¡Es el mismo rostro!”.
Por último, el prelado diocesano reconoció el valor de las familias por estar siempre al lado de las personas con problemas de drogadicción, como es el caso de los residentes en Proyecto Hombre. “Qué fuerza, qué tesón tienen vuestros familiares. Están con vosotros a las buenas y a las malas. No estáis solos, ellos están con vosotros”. Don Gregorio les recordó a los residentes que “lo mejor que tiene el hombre en el mundo es su familia”.
El obispo finalizó su homilía rogando: “Que el Señor os ayude eternamente en vuestra vida”. La jornada de clausura finalizó en Proyecto Hombre con un pequeño aperitivo que el obispo y el resto de asistes compartieron en el comedor de la comunidad terapéutica.