24/07/2016
JMJ 10: No estamos solos, Dios está con nosotros
De Zamora a Cracovia – Diario de la JMJ 10
Los tres grupos de jóvenes de la Diócesis de Zamora que participan en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Cracovia ya están en las puertas de los días fuertes de este encuentro eclesial. Nos cuentan cómo ha sido el domingo en muy diversas realidades.
Poznan/Bruselas/Trstená, 24/07/16. A continuación presentamos la crónica del primer grupo de zamoranos que están en Polonia listos para celebrar en unos días la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Cracovia, y que ha escrito el vallisoletano Josechu Conesa, que va con la parroquia de San Torcuato. Después, el resumen de estos tres días de viaje por parte del segundo grupo diocesano, a cargo de Jesús Campos, de la parroquia de San Lorenzo. Y por último, la reseña del día vivido por el primer grupo del Camino Neocatecumenal, contada por Emilio.
El domingo en Poznan
Suena el despertador y, tras nueve horas de sueño reparador, comienza una nueva jornada. Hoy hace una semana y dos días que estamos fuera de casa, y cada vez estamos más felices.
Hoy, tras renovar nuestras promesas bautismales en el patio de la catedral de Poznan, miles de personas marchamos en peregrinación hacia la gran explanada donde tienen lugar los acontecimientos de hoy. Mientras caminamos, bajo un ardiente sol, observo la cantidad de gente tan distinta, tan diferente que camina junto a mí. Chicos, chicas, bajos, altos, gordos, flacos e incluso de diferente color... Todo eso queda de lado, cuando te das cuenta de que todos estamos caminando por una misma razón: Dios.
Tras la comida común, nos dirigimos a la explanada donde está el escenario. Cantos, rezos y música sirven de preludio a una Misa presidida por el Obispo de Poznan con infinidad de curas. La Misa, una hora y media después, está a punto de finalizar, coincidiendo con el atardecer. Un sentimiento extraño inunda la zona.
Nadie lo dice, nadie lo manifiesta, pero todos sienten que algo ha entrado en la explanada. Algo inefable, algo mágico, algo confortante... Algo que nos acompaña hasta los últimos acordes de la última canción de la misa... ese algo es Dios.
Anochece, y algo sigue ahí. Son muchos los que se mantienen en vigilia rezando, pidiendo por sus vidas y las de sus amigos y familia. Y Alguien los escucha y sin oír hablar les dice todo. Todos unidos, todos bajo una misma fe... me hace caer en la cuenta de que no estamos solos. Que Dios no se limita a las paredes de una Iglesia, va más allá.
Y entre canciones tranquilas, velas, y la noche cayendo, nos despedimos y nos vamos recogiendo, cada uno en nuestras familias de acogida. Ya en los últimos momentos, nuestra familia se despide de nosotros. Sienten muchísimo que hayamos estado tan poco tiempo, y esperan volvernos a ver pronto...
Un recorrido intenso de Bélgica
El grupo de San Lorenzo y Sanzoles llegó a Lovaina vía Bruselas el viernes 22 por la tarde. Tras el alojamiento y la cena salimos por la ciudad, que estaba en fiestas. Lovaina es una ciudad enteramente universitaria y los edificios más representativos son patrimonio y cedidos al uso de la Universidad. El más destacado es el Begijnhof que, siendo patrimonio de la humanidad, es usado como residencia de profesores y alumnos.
Tras el paseo y el descanso, el sábado salimos en tren para Brujas donde pasamos una mañana fenomenal contemplando que la memoria de Santiago peregrino llega hasta casi el Mar del Norte, con su hospital medieval. Estuvimos en la catedral y pasamos a adorar en la capilla de la Santa Sangre la reliquia de la pasión. Nos llamó la atención cómo siendo un lugar de tan grande peregrinación y turismo, está muy cuidada la veneración de la reliquia y gran respeto y silencio.
Por la tarde regresamos por Gante y tuvimos una catequesis sobre el Misterio Pascual ante el magnífico políptico de Van Eyck “El cordero místico”. Tras pasear y disfrutar del ambiente festivo también de la ciudad, retornamos de nuevo a Lovaina para descansar.
Hoy, domingo, hemos visitado de mañana el Begijnhof y la capilla del padre Damián, donde admiramos la entrega de este hombre en favor de los más pobres de su momento: aquellos rechazados a causa de la lepra. Es un lugar también especial.
Tras esta visita nos encaminamos a la iglesia de St. Peeter, donde pudimos admirar la imagen de Santa María “sedis sapientiae”, icono de la universidad católica desde 1425. Esta iglesia guarda también una tabla flamenca preciosa en torno a la eucaristía, con el sacrificio de Melquisedec, el maná, el alimento de Elías, la Pascua judía y la última cena.
De allí nos fuimos a la iglesia de St. Michael, la iglesia de la Facultad de Teología, y pudimos celebrar la eucaristía con la comunidad hispana. Tomamos el tren y regresamos a Bruselas donde, tras comer y ver el centro, así como el Atomium, fuimos para el aeropuerto dispuestos a coger de madrugada el vuelo para Cracovia y unirnos en Czestochowa a todos los zamoranos y empezar la JMJ.
Visita a Auschwitz
Anochece en Polonia. Son poco más de las 20 horas. El grupo del Camino Neocatecumenal viaja de regreso a Trstená, en Eslovaquia. Hoy por la mañana se desplazó a Cracovia e inició su JMJ entrando por la Puerta Santa. Ante la reliquia de San Juan Pablo II tuvieron la oportunidad de dedicar una oración individual, de poner su vida ante el Señor y esperar una respuesta sobre las cosas que sucederán en los próximos días.
Por la mañana, en Cracovia, se rezó, cantó y bailó a la vista de los miles de peregrinos que ya se encuentran en la ciudad. Después de comer, una visita muy especial, que encogió el corazón de todos: el campo de concentración de Auschwitz I y II, más conocido como Birkenau.