02/08/2013
Jóvenes zamoranos en Inglaterra (JMJ): “siempre tendréis aquí vuestra casa”
Pablo Rodríguez nos envía la última de sus crónicas desde la peregrinación de un grupo de 41 jóvenes zamoranos a Inglaterra para participar, a distancia, de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Río de Janeiro. Esta mañana acaban de llegar a Zamora.
Basildon, 2/08/13. Con esas palabras nos agradecía Mary, la mujer que nos ha acogido a mí y a otros dos jóvenes zamoranos en su casa, nuestra visita. Resume muy bien un último día marcado por las despedidas a nuestras familias de acogida y una visita a la ciudad de Cambridge.
El día comenzó con un viaje de 2 horas, entrenamiento para las casi 25 horas que nos esperan hasta casa, hacia la ciudad de Cambridge. Esta ciudad gira en torno a una de las universidades más prestigiosas del mundo, la universidad de Cambridge. Fundada en 1209 por estudiantes de Oxford renegados, no fue hasta 1284 cuando se fundó el Peterhouse College, el primero de los 31 colleges, algo así como residencias donde los universitarios también reciben educación.
A éste pertenece el padre Paul, nuestro guía hoy. Durante dos horas y media, nos enseñaron los secretos de esta universidad, vimos la majestuosa capilla del King’s College, una maravilla tanto arquitectónica como visual, visitamos el Peterhouse College y, finalmente, nos fuimos a comer.
Después de comer y de las compras típicas, fuimos hacia Basildon, donde hemos pasado estos días, para asistir a la eucaristía de despedida de los peregrinos zamoranos. En la homilía, el padre Dominic, el sacerdote que se ha encargado de nosotros, nos dijo que esto no será tan importante como la JMJ, no saldrá en periódicos, pero ha pasado y quedará en nuestros corazones. Nos agradeció el aportar nuestra cultura a esta comunidad y nos pidió “hacer ruido”, como lo pidió el Papa en Copacabana, porque nosotros somos el presente y el futuro de nuestra Diócesis.
Al final de esta celebración, Fernando Toribio, director del Secretariado Diocesano de Adolescencia y Juventud, en representación de la peregrinación zamorana, dijo que “cuando se abren las puertas del corazón en nombre del Señor, sucede algo, el Señor está en medio nuestro y esto lo cambia todo” y prometió “rezar” por estos jóvenes ingleses y que “siempre los llevaremos en el corazón”.
Mientras termino esta crónica, a las 12 de la noche de aquí, no dejo de pensar en las personas que hemos conocido: de Álvaro, con su compromiso con el monasterio, de Freddy y César, con su proyecto por Colombia y Latinoamérica, de Dominic, Claire, Eve, Loren, Dave,Mary, Sean, de todos los que nos han abierto su casa, su vida y su corazón de par en par como si fuéramos hermanos.
Y lo somos, somos hermanos en la fe, en el Señor. Y al Señor le pido que me dé la gracia para no olvidarlos nunca, al igual que este viaje y al igual que todos con los que lo he compartido. Y a vosotros, los que me habéis leído durante esta semana, gracias y que el Señor os bendiga. Me despido con esa petición del Santo Padre: “haced ruido”. Lo haremos, y mucho.