16/03/2014
La alegría de anunciar el Evangelio
LOS SEMINARIOS MAYOR Y MENOR DE ZAMORA, UNA REALIDAD VIVA
La Diócesis de Zamora celebra el domingo 16 de marzo, en la cercanía de la solemnidad de San José, el Día del Seminario. A estas páginas de la hoja diocesana asoman los 49 alumnos del Seminario Menor, los 3 del curso propedéutico y los 3 del Seminario Mayor.
El Seminario Menor, en cifras
Con más de doscientos años a sus espaldas, el Seminario es el centro educativo más antiguo de la provincia. Un espacio académico donde se cursa la Enseñanza Secundaria Obligatoria. Un proyecto educativo donde se madura como persona y como cristiano, siendo tratado cada uno individualmente. Un hogar para descubrir la llamada de Jesús.
Un puñado de alumnos internos...
Más que una residencia y mucho más que un internado, los alumnos internos encuentran en el Seminario una casa donde se prolonga el hogar de su familia. No son muchos. En el horizonte, en la meta, Jesús, que llama e invita seguirle en el camino de la vocación.
...Y otro de externos y mediopensionistas
Junto a los alumnos internos, acuden también a las aulas del Seminario un grupo de alumnos, bastante más numeroso, que llamamos alumnos externos. Éstos sólo vienen a clase. Comparten el espíritu del Seminario en unas clases amplias y luminosas. Otros, los mediopensionistas, acuden al Seminario a clase y se quedan por la tarde para participar en las actividades extraescolares: el estudio, la oración, el deporte, los juegos, la formación... Un conjunto de actividades que hacen de la oferta educativa del Seminario un proyecto global para caminar en la vida con Jesús como maestro.
El Seminario Mayor, en tuits
¿Por qué estás en el Seminario?
Porque un día le pregunté al Señor qué quería de mí. Me dijo: Déjalo todo, sígueme, y desde entonces no puedo imaginar un mejor modo de vivir. JUANJO @juanjocarbajo
Porque es apasionante entregar la vida al servicio de Cristo, al anuncio de su Palabra y a los hermanos. MILLÁN @MillanNuOs
He descubierto que Dios me encomienda una misión: ser sacerdote. Acepto su llamada porque sé que no tendré otro modo de ser feliz. AGUSTÍN @Agusseminarista
El curso propedéutico del Seminario Mayor
El Plan de Formación para los Seminarios Mayores, de la Conferencia Episcopal Española, afirma que “la finalidad y la forma educativa específica del Seminario Mayor exige que los llamados al sacerdocio entren en él con alguna preparación previa. Esta preparación exige un período de tiempo adecuado, al comienzo de la formación. En este tiempo los aspirantes se dedicarán con una reflexión más profunda y una oración más intensa a una deliberación detenida y madura acerca de la opción por el sacerdocio y a una preparación doctrinal inmediata (Curso Introductorio o propedéutico)”.
Siguiendo estas indicaciones, la Diócesis de Zamora ha iniciado este curso un nuevo proyecto formativo con tres candidatos a formar parte del Seminario Mayor. Se trata de lo que se denomina “Curso Propedéutico”, “Introductorio” o de “Fundamentación”. En esta etapa se encuentran tres jóvenes de 18, 19 y 21 años, con procedencias muy diversas: Toro, Valladolid y Zamora ciudad.
Los tres siguen un ritmo diario marcado por el estudio y la oración. Cuatro sacerdotes de la Diócesis los acompañan mediante una serie de clases sobre la fe de la Iglesia, la celebración del Misterio cristiano, la vida moral y la oración. Todos ellos teniendo como referencia el Catecismo de la Iglesia Católica.
Viven en el Seminario San Atilano, aunque llevando unos horarios y actividades diferenciadas e independientes del Seminario Menor. Rezan cotidianamente la Liturgia de las Horas, dedican varias horas al día al estudio, desempeñan actividades de voluntariado y son acompañados espiritualmente por un sacerdote. Todo ello para ayudarles a discernir la voluntad de Dios en su vida y verificar externamente los posibles signos de vocación al sacerdocio que pudiera haber en estos chicos, de modo que sean aptos para formar parte de la comunidad del Seminario Mayor, que está en Salamanca.
Mensaje del rector
Dentro de las campañas que diocesanamente se organizan y desarrollan, la del Día del Seminario siempre ha tenido una importancia especial. La Diócesis de Zamora al completo pone su mirada –cargada de esperanza– en nuestros dos Seminarios: el Mayor y el Menor. En sendas comunidades se encuentran los jóvenes y adolescentes que no tienen miedo a vivir “la alegría de anunciar el Evangelio”. Este es, precisamente, el lema de la campaña de este año.
Contrasta con este dato el hecho de que en estos últimos meses hemos despedido a varios hermanos curas. Es duro el comprobar que casi nos estamos acostumbrando a asistir con cierta frecuencia a funerales de sacerdotes. Debe ser, esta situación, un aliciente en nuestra vida cristiana que nos empuje a todo el pueblo de Dios a implicarnos directamente en la pastoral vocacional, y de manera especial con el Seminario y con quienes lo componen.
De hecho, son los seminaristas –jóvenes y adolescentes concretos– los que con sus historias personales de haber sido llamados por Dios han de reavivar en nosotros la alegría de anunciar el Evangelio, estando atentos a los posibles indicios de vocación sacerdotal que podamos descubrir en chavales de nuestras comunidades parroquiales, familias y colegios. Y son, también, estos seminaristas, la razón suficiente como para perder el miedo a proponerles sin tapujos la vocación presbiteral a algunos de esos chicos con los que contamos. El Seminario es cosa de todos, no lo olvidemos. FLORENTINO PÉREZ