Durante los días 3 y 4 de mayo, Cristianos Sin Fronteras ha celebrado en Burgos el Encuentro y Festival Nacional de la Canción Misionera, unos festivales que este año celebran su 35ª edición. Reproducimos a continuación la crónica de la participación de la parroquia de Villalpando, escrita por Marian Roales.

Zamora, 13/05/14. Hasta Burgos, desde esta Diócesis de Zamora, hemos acudido el Coro “Diego de Torres Bollo” de la parroquia de La Inmaculada de Villalpando.

El lema de este año para el Encuentro y Festival ha sido “Discípulos Misioneros”, basado en palabras del Papa Francisco: “...Todos somos discípulos misioneros...”. Bajo este lema, trabajando desde enero el material que Cristianos Sin Fronteras (CSF) nos ofrece, hemos compuesto nuestra forma de sentirnos discípulos-misioneros en una canción titulada “Creer con los cinco sentidos, ¿te atreves?”.

Así, el sábado a las 8,30 de la mañana partía nuestro autobús desde Villalpando rumbo a Burgos. Allí fuimos acogidos en el Colegio de los Maristas por personal de CSF y voluntarios (VAS), que nos entregaron nuestras mochilas y el desayuno del domingo. Con nuestra VAS, Ana, que nos ha acompañado todo el fin de semana, nos dirigimos a la Plaza del Rey San Fernando (Plaza de la Catedral) donde se encontraban grupos de 19 diócesis de toda la geografía española, para asistir al acto de acogida y al saludo de las autoridades civiles y religiosas.

Tras la comida y el tiempo libre, que dedicamos a jugar para entrar un poco en calor, los grupos fuimos acudiendo a nuestras sedes, los lugares donde se iban a realizar los grupos de reflexión y el posterior festival. Nuestra cita y la de otros tres grupos de las diócesis de Salamanca, Plasencia y Burgos, era en la comunidad parroquial de la Inmaculada.

Allí los cuatro grupos compartimos nuestras experiencias de trabajo del lema, presentamos unos carteles donde cada grupo resumía lo más importante que queríamos contar con nuestra canción, nos repartimos unos pequeños regalos que llevábamos para los otros tres grupos y finalmente fuimos cantando nuestras canciones así como otros temas habituales en estos encuentros que ya todos nos sabemos y podemos interpretar juntos.

Una vez superado el momento que nos hacía poner más nerviosos, nos fuimos a reponer fuerzas con nuestra merienda y a tomar camino a la parroquia de San Julián para celebrar la Vigilia de la Luz, uno de los momentos más emotivos de estos encuentros. Escuchamos las palabras del arzobispo de Burgos; junto a los discípulos de Emaús que pasaron por allí, todos encontramos a Jesús que salió a nuestro encuentro desde el altar; recibimos a Jesús Sacramentado: los niños que habían hecho la comunión en el último año formaron un pasillo y agitaban pañuelos, los niños acólitos hacían sonar sus campanillas, personal de CSF y VAS le acompañaban con palmas y todos los demás elevábamos unas pequeñas pancartas que llevábamos preparadas con una frase alusiva a la presencia de Jesús en la Eucaristía.

A terminar todos los participantes nos dirigimos a diferentes colegios o comunidades parroquiales que nos darían cobijo para pasar la noche. Nosotros teníamos nuestro alojamiento en la misma parroquia en la que habíamos celebrado el encuentro y festival; como no podía ser de otro modo, la parroquia de la Inmaculada de Villalpando pasó la noche en la parroquia de la Inmaculada de Burgos. Su salón se convirtió rápidamente en nuestro comedor, un circuito de carreras de sacos, una sala de baile y finalmente nuestra habitación.

La mañana amaneció muy fresquita en Burgos y nos pusimos en pie muy temprano para desayunar, recoger nuestras “camas” y dirigirnos a la parroquia de la Sagrada Familia para celebrar todos juntos la Eucaristía “de envío a la misión”. El padre José Valdavida felicitó a todas las madres, nos invitó a encontrarnos de nuevo en verano en los encuentros misioneros en Silos y lanzó un reto para el año próximo: la renovación y continuidad del festival es cosa de todos.

Al terminar se nos entregó como recuerdo a cada uno de los grupos una reproducción, realizada por el escultor Javier Sanz Martínez, del relieve del claustro del monasterio de Santo Domingo de Silos que representa a los Discípulos de Emaús en su encuentro con Jesús.

Para completar el fin de semana, nuestro grupo acudió a visitar la Catedral y, tras la comida, regresamos a Villalpando haciendo planes para el año que viene: ¿qué Diócesis acogerá el Encuentro y Festival 2015?