14/04/2014
Por la cruz a la luz
Reproducimos a continuación el reportaje central de la hoja diocesana Iglesia en Zamora nº 187 (13/04/14), con una explicación del triduo pascual ilustrada con vidrieras de la Diócesis.
JUEVES SANTO
Misa de la Cena del Señor
Con la Misa que tiene lugar en las horas vespertinas del Jueves Santo, la Iglesia comienza el Triduo Pascual y evoca la Última Cena en la cual el Señor Jesús, en la noche en que iba a ser entregado, habiendo amado hasta el extremo a los suyos que estaban en el mundo, ofreció a Dios Padre su Cuerpo y su Sangre bajo las especies del pan y del vino y los entregó a los apóstoles. Toda la atención debe centrarse en los misterios que se recuerdan: la institución de la Eucaristía, la institución del Orden sacerdotal y el mandamiento del Señor del amor fraterno.
La piedad popular es especialmente sensible a la adoración del Santísimo Sacramento, que sigue a la celebración de la Misa, en los “monumentos”. Es un momento muy apropiado para tener una Hora Santa o pasar un rato de oración personal.
UN GESTO:?El lavatorio de los pies
Después de la homilía puede hacerse el gesto simbólico del lavatorio de los pies. El sacerdote lava los pies a varios fieles para recordar el mandamiento nuevo de Jesús:?amar como Él nos amó. Una llamada a vivir desde el servicio.
UN CANTO:?Ubi caritas et amor, Deus ibi est
“Donde hay caridad y amor, allí está Dios”. Ésta es una antífona que puede cantarse en la presentación de las ofrendas, poniendo así en el centro de la oración lo que se está celebrando:?Cristo anticipa su muerte en la cruz entregándonos su Cuerpo y su Sangre, lo que nos llama a la donación generosa a los hermanos.
UNA ORACIÓN
Concédenos, Dios todopoderoso, que la Cena de tu Hijo, que nos alimenta en el tiempo, llegue a saciarnos un día en la eternidad de tu reino.
VIERNES SANTO
Acción litúrgica de la Pasión del Señor
El Viernes Santo la Iglesia celebra la Muerte salvadora de Cristo. En el Acto litúrgico (lo más conveniente es que se haga a primera hora de la tarde), medita en la Pasión de su Señor (leyendo la escrita por el evangelista San Juan), intercede por la salvación del mundo con una larga oración de los fieles, adora la cruz y conmemora su propio nacimiento del costado abierto del Salvador.
UN GESTO:?La adoración de la cruz
Después de la oración universal se descubre la cruz, poco a poco, contemplándola los fieles:?“Mirad el árbol de la cruz, donde estuvo clavada la salvación del mundo”. Se adora la cruz no como un objeto, sino como signo de salvación, del amor de Dios.?Es un acto de fe y una proclamación de la victoria pascual de Jesús.
UN CANTO:?Crucem tuam adoramus, Domine
“Tu cruz adoramos, Señor, y tu santa resurrección alabamos y glorificamos”. Es un antiguo canto oriental procedente del oficio bizantino de la mañana de Pascua. Los cantos que acompañan a la adoración de la cruz tienen ese carácter triunfal, porque sabemos que la cruz es redentora porque Cristo ha resucitado.
UNA ORACIÓN
Recuerda, Señor, que tu ternura y tu misericordia son eternas;?santifica a tus hijos y protégelos siempre, pues Jesucristo, tu Hijo, en favor nuestro instituyó por medio de su sangre el misterio pascual.
SÁBADO SANTO
La Iglesia durante el Sábado Santo permanece junto al sepulcro del Señor meditando su Pasión y su Muerte, y el “descenso a los infiernos”, al lugar de los muertos. El alma de Jesús conoció en verdad la separación del cuerpo y se unió a las restantes almas de los justos en la espera de la Resurrección.
UN GESTO:?El altar desnudo
Este día el altar de la iglesia permanece desnudo, hasta que, en la solemne Vigilia Pascual, vuelva a cubrirse con los paños en el canto del Gloria.
UN CANTO:?El silencio
El Sábado Santo no se celebra la Misa ni se recibe la comunión (sólo en caso del Viático). Se reza la Liturgia de las Horas, y hay creyentes que observan el antiguo ayuno mientras Cristo permanece muerto.
UNA ORACIÓN
Señor todopoderoso, cuyo Unigénito descendió al lugar de los muertos y salió victorioso del sepulcro, te pedimos que concedas a todos tus fieles, sepultados con Cristo por el bautismo, resucitar también con él a la vida eterna.
DOMINGO DE RESURRECCIÓN
Vigilia Pascual / Eucaristía del Domingo
La celebración solemne de la Pascua comienza en la noche del sábado con la Vigilia Pascual, “la madre de todas las vigilias”, como decía San Agustín. Se desarrolla de la siguiente manera: después del lucernario y del canto del pregón pascual, la Iglesia contempla las maravillas que el Señor Dios realizó desde el principio en favor de su pueblo (con una larga lista de lecturas y salmos responsoriales), hasta que, acompañada ya de sus nuevos hijos renacidos en el bautismo (en la liturgia bautismal), es invitada a la mesa preparada por el Señor, memorial de su Muerte y Resurrección, en espera de su nueva venida.
El domingo la Eucaristía se celebra también con toda solemnidad. Es el domingo más importante del año, y su solemnidad se prolonga durante toda la semana, llamada Octava.
UN GESTO:?El lucernario
La Vigilia Pascual comienza fuera de la iglesia, en torno a un fuego que se bendice y del que se enciende el cirio pascual, símbolo de Cristo resucitado. Después se entra en el templo, y todos los fieles comparten con sus velas la luz de la Resurrección.
UN CANTO:?Alleluia!
“Alabad al Señor”. Después de haber estado toda la Cuaresma sin cantar Aleluya, la Iglesia entona gozosa esta exclamación hebrea porque Cristo ha resucitado, y se despide diciendo:?“Demos gracias a Dios, aleluya, aleluya”.
UNA ORACIÓN
Señor Dios, que en este día has abierto las puertas de la vida por medio de tu Hijo, vencedor de la muerte;?concédenos, al celebrar la solemnidad de su resurrección, que, renovados por el Espíritu, vivamos en la esperanza de nuestra resurrección futura.