04/03/2021
Qué es el Proyecto Raquel
Zamora, 4/3/2021. Cada año la Iglesia celebra la Solemnidad de la Anunciación el 25 de marzo. Un día como ese la historia de la humanidad cambió cuando María dio su “Sí” valiente a Dios, concibiendo desde aquel momento a Jesús y convirtiéndose en protectora del Niño que un día nacería y salvaría con amor al mundo.
En la actualidad muchas son las difíciles circunstancias que rodean la concepción y el crecimiento de muchos niños, y muchas son las ocasiones en las que sus madres sometidas a presiones personales, sociales, ideológicas, etc. terminan accediendo al aborto y provocan la muerte de sus hijos no nacidos.
Para muchos no hay nada dañino en esto, se ha convertido en un derecho que emancipa a la mujer y la hace más dueña y señora de sí misma, pero equivocadamente no saben que tras el aborto, muchas personas, no solo las madres, si no quien ha rodeado la circunstancia acaba sufriendo y sintiéndose culpable de lo ocurrido, y un gran dolor se apodera de ellas. Es lo que se llama el síndrome post aborto.
Proyecto Raquel nacerá en Zamora este próximo 25 de marzo, con el envío por parte de nuestro obispo, del grupo de agentes (ocho laicos y un sacerdote) que harán realidad la acogida de las personas que se quieran acercar a este programa para hacer un camino de recuperación y sanación espiritual.
En este camino de la cuaresma y año jubilar se abre una puerta de entrada a “el hijo prodigo” que sin duda será recibido con misericordia en la casa del Padre.
¿Qué es proyecto RAQUEL?
El Proyecto Raquel es una respuesta de la Iglesia Católica ante el drama del aborto ofreciendo un camino de esperanza, de reconciliación y de sanación.
La finalidad del proyecto RAQUEL es acoger, estar al lado, ofreciendo a las personas implicadas en un aborto provocado una atención individualizada a través de una red diocesana de agentes.
Esta atención individualizada supone acompañar a la persona en un proceso personal y espiritual de sanación y reconciliación.
Raquel no juzga, Raquel extiende los brazos y le dice a quien se acerque “me importas tú, te quiero a ti” porque Raquel se centra en quien sufre, no en lo que hizo, no en la criatura que ya no está en este mundo. Raquel se preocupa por el sufriente y le acompaña en este camino de amargura.
¿Quién puede formar parte de RAQUEL?
Personas que quieran participar en esta gran tarea de la Iglesia, acercando a la misericordia de Dios a todos los que sufren las consecuencias de un aborto.
A quienes leéis estas líneas os pedimos la oración por este proyecto, por las personas que se acerquen a él, por quienes voluntariamente cedan su tiempo, y porque se genere una cultura que apueste por la VIDA, porque como nos recuerda el pasaje del hijo prodigo, quien convive con el pecado, quien se aleja del Padre, termina sufriendo sus graves consecuencias. Pidamos para que sepamos colaborar con el Padre que sale al encuentro, que acoge y devuelve la dignidad de hijo y no tengamos la tentación de ser hermano mayor. Porque la realidad y la dureza del aborto no se publicita ni se conoce, pero existe.