Así son los capellanes de hospitalesEl acompañamiento pastoral de los enfermos en los hospitales públicos de Zamora, una realidad fundamental, que explica Viky Esteban en este reportaje.
Bernardo Pérez lleva 14 años visitando a los enfermos del Hospital Provincial de Zamora y José María Casado y Volusiano Calzada comparten esta misma tarea en el Hospital Virgen de la Concha de la capital. Los dos primeros son sacerdotes diocesanos, el tercero es misionero del Verbo Divino, y los tres ofrecen el servicio de capellanía en los hospitales. Ellos están al lado de los enfermos y de sus familias todos los días, junto a ellos en los momentos más delicados: el sufrimiento, el dolor, la enfermedad. Entre los tres visitan diariamente a unos 200 enfermos en Zamora, tarea que compaginan con sus trabajos en parroquias.
“Yo voy todas las tardes, excepto los domingos, a visitar a los enfermos. Yo creo que nuestra presencia les da ánimo a los enfermos y también confianza. Se sienten más reconfortados. A veces no les podemos hablar porque ellos no pueden hacerlo o porque tienen muchos dolores. Pero es en esos momentos cuando los familiares más te agradecen la visitan y te piden que no dejes de hacerlo”, explica José María.
Por su parte, Bernardo, párroco de Gema del Vino, visita todos los días a todos los enfermos del Hospital Provincial. “Reciben con mucho agrado la visita casi todos ellos, otros son más reticentes, pero éstos son los menos. Incluso algunos, si te retrasas por cualquier cosa, te echan de menos y te preguntan dónde has estado”. Este sacerdote considera que aún la labor del capellán es más respetada por las personas mayores: “los ancianos aprecian mucho al sacerdote y agradecen que los visites en la enfermedad”.
Las reticencias de algunas familias o enfermos a recibir la visita del capellán aparecen por desconocimiento del servicio que ofrece este sacerdote en el hospital. “Cuando ven aparecer el cura se creen que es porque el enfermo está más grave o lo relacionan con la muerte”, afirma Bernardo. Sin embargo, la verdadera función del capellán es acompañar y dispensar los sacramentos a esas personas que, temporalmente, se encuentran impedidas.
La relación con médicos y enfermeras es muy buena. “A veces alguna enfermera, que son con las que más coincidimos, pues nos aconseja que visitemos a algún enfermo porque está más decaído”, detalla José María. Los tres sacerdotes coinciden en apuntar que el paciente y la familia necesitan en algunos momentos dirección espiritual para afrontar la dificultad.
Un extremo que apunta Valeriana Román, que lleva más de una semana acompañando a su marido en el Clínico: “Cuando viene el sacerdote para mí es un apoyo y un ánimo enorme. Siempre se agradece que vengan a anunciarte al Señor”.
Si no estuvieran... ¿quién lo haría?
Eugenio Sanz Heras, de 74 años, ha estado ingresado tres veces a lo largo de este año en el Hospital Virgen de la Concha de Zamora. La primera vez, en abril, estuvo en la planta de Cardiología; tiempo después acudía a urgencias y acabó ingresado durante once días en Urología; y la última vez, en el mes de julio, volvía a esta misma planta para que le realizaran una biopsia complicada. Por cierto, los resultados fueron excepcionales: ni rastro de tumoración maligna. A lo largo de este tiempo, su profunda fe le ha ayudado a aceptar la enfermedad con “mucha paz” como él mismo lo define
- ¿Qué relación ha mantenido con los dos capellanes del Virgen de la Concha en los distintos momentos que ha estado hospitalizado?
- Con todos he tenido una relación extraordinaria. Yo pienso que, tanto ellos como yo, seguimos el mismo camino. Los capellanes y yo creemos que hay que seguir mirando arriba. Yo he aceptado la enfermedad con una paz tremenda por estar en la Iglesia y especialmente por pertenecer al Camino Neocatecumenal. Yo vivo esta fe en Cristo Rey, que es donde está nuestra comunidad, pero nuestra parroquia es la de Santa María de la Horta.
- ¿Cómo es la relación diaria con José María y Volusiano?
- Pues ellos vienen por aquí todos los días, si no es uno es otro. Nos dan ánimo para que aceptemos la enfermedad con paz. Nos ayudan a saber que de todo acontecimiento se puede sacar algo positivo, incluso de la enfermedad. Todo lo que nos envía el Señor es extraordinario. Si lo recibes así, vivirás con mucha paz la adversidad.
- ¿Cómo conserva la fe en el Señor cuando hay sufrimiento?
- Es una pregunta sencilla, pero me cuesta explicarlo. Mira, mi antiguo párroco me dijo una vez: “¿Le pides cuentas a Dios?”, y yo le dije: “Nunca. Si Él me lo ha mandado es para que yo descubra que no soy nada, que estamos en sus manos”. Al final, lo importante es confiar en el Señor porque estamos en sus manos
- ¿Considera importante la labor del capellán?
- Muy importante. Cuando estás hospitalizado, los profesionales sanitarios se preocupan de que estés bien físicamente, pero de lo espiritual, si no estuvieran los sacerdotes, ¿quién lo haría? Su labor complementa a la de médicos y enfermeras, que también hacen muy bien su trabajo.
Preguntas respondidas
¿Qué es un capellán?
Capellán es un miembro del clero que sirve en una institución particular a un grupo de fieles que no están organizados ordinariamente en una parroquia o misión. Así, un capellán está asignado a una capilla privada, en instituciones seculares como colegios, unidades militares (capellán castrense), barcos, prisiones (capellán penitenciario), hospitales, universidades, departamentos de policía, parlamentos, etc.
¿Por qué hay curas en los hospitales?
En virtud del los Acuerdos entre la Santa Sede y el Estado español, firmados en 1979, “el Estado reconoce y garantiza el ejercicio del derecho a la asistencia religiosa de los ciudadanos internados en establecimientos penitenciarios, hospitales, sanatorios, orfanatos y centros similares, tanto privados como públicos”. Además, se señala que “el régimen de asistencia religiosa católica y la actividad pastoral de los centros mencionados que sean de carácter público serán regulados de común acuerdo entre las competentes Autoridades de la Iglesia y del Estado. En todo caso, quedará salvaguardado el derecho a la libertad religiosa de las personas y el debido respeto a sus principios religiosos y éticos”.
¿Es esto un privilegio de la Iglesia Católica?
No. En noviembre de 1992 el Estado firmó sendos Acuerdos de Cooperación con las confesiones religiosas que tienen reconocido el “notorio arraigo” en nuestro país:?evangélicos, judíos y musulmanes. En ellos se garantiza, a los miembros de estas confesiones, el ejercicio del derecho a la asistencia religiosa a internados en centros o establecimientos penitenciarios, hospitalarios, asistenciales u otros análogos del sector público.
21/08/2014más info