02/03/2024
El Ecce Homo de Toro se traslada a San Julián
Una de las imágenes de mayor veneración en la Semana Santa toresana es el Ecce Homo. Se trata de una talla del siglo XVII que procesiona con la cofradía de Jesús y Ánimas de la Campanilla y que, además, fue la única que se salvó del incendió de 1957 que arrasó con la iglesia de Santa María de Roncesvalles y Santa Catalina. Y es que la imagen de Jesús atado a la ccolumna siempre ha estado expuesto al culto en el convento de clausura de las monjas clarisas de Toro.
Sin embargo, cuando las religiosas cerraron el Real Convento de Santa Clara en 2019, la imagen del Ecce Homo únicamente era venerada durante el novenario y los Martes y Viernes Santo.
Por cierto, para que el Ecce Homo pueda procesionar a hombros por las calles de la ciudad de Toro, el abad en ejercicio de la cofradía de Jesús y Ánimas de la Campanilla acude cada año ‘religiosamente’ a solicitar la autorización a las clarisas del convento de Santa Clara de Zamora, titulares propietarias de la talla.
La novedad en esta Cuaresma 2024 es que hoy el Ecce Homo ha cambiado de hogar y se ha reubicado en la parroquia de San Julián de los Caballeros. Conscientes de la magnitud del acontecimiento, una representación de las monjas clarisas ha abandonado esta tarde la clausura durante unos minutos para acompañar al Ecce Homo en este cambio de ubicación. El obispo de Zamora, Fernando Valera, también ha participado en el traslado y ha presidido el inicio del novenario en la iglesia de San Julián de los Caballeros.
De esta forma será venerado y expuesto al público durante todo el año. Así se recoge en el convenio de cesión que firmaron hace días las monjas clarisas y las parroquias de Toro. En este documento se recoge también esa tradición de que el abad de la cofradía solicite la autorización a las monjas para sacar la imagen en procesión.