05/03/2025
El obispo de Zamora invita a vivir desde la interioridad la Cuaresma
La Catedral de Zamora ha acogido este Miércoles de Ceniza la celebración con la que la Iglesia da comienzo a la Cuaresma, un tiempo de conversión y preparación para la Pascua. El obispo de Zamora, Mons. Fernando Valera ha presidido la eucaristía y, en su homilía, ha exhortado a los fieles a vivir este tiempo litúrgico desde la interioridad, la humildad y la esperanza en el amor eterno de Dios.
Mons. Valera ha centrado su reflexión en la enseñanza de Jesús sobre la oración, el ayuno y la limosna: “Cuando des limosna, cuando reces, cuando ayunes, ten cuidado de hacerlo en lo secreto. Tu Padre ve en lo secreto”. El obispo ha invitado a los fieles a romper con la superficialidad y entrar en su propio interior, donde Dios habita y espera. “No te dejes seducir por la exterioridad. Deja que lo más auténtico de ti se ponga delante del Señor”, afirmó.
También recordó que la Cuaresma es un tiempo de despojamiento y humildad. Animó a los fieles a asumir con sencillez el gesto de la imposición de la ceniza, como signo de nuestra condición frágil, pero también de la esperanza en el amor de Dios: “Inclina tu cabeza y verás que eres un interior habitado por un Dios que te ama desde siempre”.
El obispo explicó que el verdadero ayuno va más allá de la renuncia material: “Rompe con la murmuración, la crítica destructiva, el egoísmo y la indiferencia ante las heridas del otro. Este es el ayuno que Dios quiere”. Asimismo, hizo un llamamiento a la compasión y la solidaridad, recordando que en el mundo muchos sufren por la soledad, la traición y la falta de amor. “No pases con indiferencia ante las heridas del otro”, instó a los presentes.
Tras la homilía, tuvo lugar la imposición de la ceniza, signo que marca el inicio de este camino cuaresmal que culminará en la Pascua. Desde la diócesis de Zamora, se invita a todos los fieles a vivir este tiempo con profundidad y compromiso, buscando la conversión del corazón y la renovación de la fe.