12/03/2024
"El Señor quiere enjugar nuestras lágrimas". Meditación cuaresmal de Mons. Valera
"Jesús es el centro de la Iglesia. Nuestra fe es apostólica, es misionera, y creemos en Jesús resucitado. Todo ello supone una sensibilidad espiritual especial", ha reflexionado don Fernando Valera en su segunda y última meditación cuaresmal en la Santa Iglesia Catedral de Zamora.
La resurrección del Señor implica un modo diferente de caminar y de ir por la vida: "por eso es peligroso pensar que esto se ha acabado". El obispo ha insistido en que "no debemos tener miedo" porque esa debilidad es la que debemos combatir para saber que Él esta con nosotros y debemos situarnos en "libertad" para contemplar a Jesús que resucita. Monseñor Valera ha recordado que en muchos momentos sentimos miedo, pero ya en la Biblia hasta en 365 veces se nos dice: "no tengáis miedo", una por cada día del año. "Camina, confíate... Hay que ponerse de pie y caminar, tu objetivo es que el misterio de la persona de Jesús sea tu profunda identificación. Nosotros, como cristianos, queremos configurar nuestra vida con Cristo. Pide a María que te ponga con Jesús resucitado".
Monseñor Valera se ha referido también a la ternura de Jesús resucitado en sus primeras palabras: "Háblame de tus lágrimas", le dijo a María Magdalena. Esto es una muestra de que todo lo pequeño es importante a los ojos de Jesús. A Él le duelen nuestros sufrimientos: "Al Señor le importan tus cosas, tus sufrimientos, tu vida, tu caminar, tus búsquedas, tus dudas...La primera cosa que ve Jesús aquella mañana luminosa es ese velo de las lágrimas de una mujer. Es el mundo que está lleno de las lágrimas de tantos inocentes". Don Fernando ha recordado a los fieles que asistían a esta segunda meditación cuaresmal que es como si Jesús nos dijera: "por tus lágrimas he venido".
Cuando el resucitado se aparece a María Magdalena "no impresiona, no va con fuerza, no deslumbra, no ciega, no se impone... En su voz tiembla la voz marcada por el dolor. Es el estilo de Jesús. Es un estilo inconfundible. No podemos hacer otra cosa que aprender del estilo de Jesús. Las lágrimas de Jesús son el tesoro del resucitado".
Una vez finalizada la charla, ha dado comienzo la meditación cuaresmal sobre lo que el obispo ha recordado: "La primera mirada de Jesús es siempre sobre la situación del otro. Jesús siente dolor por el dolor del otro y se ocupa siempre de los demás. El quiere enjugar las lagrimas de todos".
La memoria de Dios es la memoria del que solo guarda el amor del otro.