25/01/2025
Entregados los galardones del IV Premio San Atilano
La diócesis de Zamora ha celebrado la cuarta edición del premio San Atilano. En esta ocasión, el conductor del acto ha sido Luis Jaramillo, el que fuera director de Cope regional. Los galardonados han sido La Opinión-El Correo de Zamora y los coros parroquiales e interparroquiales del arciprestazgo de Sayago.
La directora del periódico provincial La Opinión-El Correo de Zamora, Begoña Galache, fue la encargada de recibir el reconocimiento en el ámbito social de manos del obispo, Fernando Valera. Su periódico, con 128 años de historia, nació por motivaciones religiosas y, a día de hoy, sigue haciendo un servicio plural a toda la provincia, con información religiosa dominical y una especial cobertura de manifestaciones tan singulares en Zamora como su Semana Santa. Begoña Galache comparó la labor del periódico que dirige con la de los sacerdotes “que diariamente se desplazan cientos de kilómetros para atender sus comunidades, esas a las que acuden los vecinos porque saben que una iglesia es mucho más que un templo”. Galache afirmó que “Zamora no se entiende sin su Semana Santa, ni sin el legado del pasado, del presente y del futuro de la Iglesia. Su labor excede del campo exclusivamente religioso para cimentarse en lo social”.
En el ámbito pastoral, recibieron la estatuilla de San Atilano, realizada por el escultor Ricardo Flecha, Héctor Galán, María Ángeles Antolín y María Angeles Fontanillo que, en nombre de los coros parroquiales e interparroquiales del arciprestazgo de Sayago, agradecieron este reconocimiento y lo hicieron extensivo a toda la comarca sayaguesa. María Angeles Fontanillo apuntó que "este galardón supone, para nosotros, el reconocimiento a nuestro compromiso, el compromiso de lo pequeño, lo sencillo, lo humilde, con la iglesia, en un aspecto tan importante como es la música y el canto, unidos a la Palabra, en las celebraciones eucarísticas y otros actos litúrgicos. En nuestro caso, además, estos coros tienen una composición que responde al espíritu sinodal al que la iglesia nos invita. En ellos participan presbíteros, algunas consagradas, varios laicos y muchas laicas, y representan el esfuerzo por mantener viva la fe y la tradición en nuestras pequeñas comunidades rurales marcadas, sí, por la despoblación y el envejecimiento, pero también por la ilusión y la esperanza que suponen los desafíos del mundo rural".
Al finalizar el acto, medio centenar de miembros de esos coros interpretaron dos temas para el público asistente. El primero fue el Himno del Jubileo de la Esperanza, un canto a Dios, y expresa el deseo de que nos escuche ya, porque Él es quien mantiene siempre la llama de la esperanza. El segundo tema fue “Yo soy el Camino firme”, del sacerdote argentino Lorenzo González, que lo creó para dar a conocer más a fondo el evangelio de San Juan.
El encargado de cerrar el acto fue el obispo, Fernando Valera, que afirmó que un coro parroquial “es el intento de acercar el espacio de Dios a los hombres y refleja una la experiencia del amor. En nuestros pueblos sin gente, vosotros conserváis ese toque divino, que hace realidad una Iglesia que camina con su pueblo” y que “hace posible en la liturgia el encuentro con Dios”.
A La Opinión-El Correo de Zamora quiso también felicitarla “por el difícil trabajo en una provincia tan despoblada, donde es complicado sacar un periódico de papel, cada día. Gracias por la cobertura que hacéis en nuestros pueblos y ciudad a todo lo religioso, es un servicio al santo pueblo de Dios. Es la cercanía con las expresiones tan profundas de nuestra gente. Invitó Monseñor Valera a todos los profesionales de la comunicación a “contar historias llenas de esperanza” en una tierra que está llamada a sacar adelante grandes proyectos.
El acto concluyó con un vino español en el que coincidieron galardonados, autoridades y un centenar de invitados que compartieron conversación y felicitaciones. Con esta nueva edición, ya la cuarta, la diócesis sigue queriendo expresar su compromiso con la labor evangelizadora a la que está llamada para ser fermento en la masa y motor de transformación social.