12/05/2023
Fiesta de Fátima en la parroquia de San Vicente
La parroquia de San Vicente celebra en Zamora la fiesta de la Virgen de Fátima ante una imagen tallada en Portugal por el mismo escultor que hizo la original que preside el santuario. La misa tendrá lugar mañana sábado, 13 de mayo, a las 11 de la mañana en la capilla de Fátima y a continuación se rezará el Rosario, la novena y se dará a venerar la reliquia de la encina sobre la que se apareció la Virgen.
Según cuenta el que fue párroco de San Vicente, don Gregorio González, en 1943, tras haber restaurado la capilla de San Pedro in Cathedra, que hasta entonces era un trastero, los sacerdotes de la parroquia decidieron convertir ese espacio privilegiado levantado en el siglo XVI en una capilla mariana dedicada a la Virgen de Fátima a la que tenían gran devoción. Para ello pensaron en traer “una imagen tallada y a ser posible por un escultor portugués, que por sus relaciones con los videntes y el ambiente que existía en torno a Fátima, junto con una profesionalidad artística de garantía, pudiese esculpir la imagen que deseábamos para nuestra capilla”.
Contactaron con el artista portugués José Ferreira Thedim (1892-1971), el escultor natural de São Mamede de Coronado, que se encargó de tallar la primera estatua de la Virgen de Fátima siguiendo las indicaciones de una de las videntes, Lucía dos Santos, y que hoy se conserva en la Capelinha de las apariciones. Cuando se pusieron en contacto con él, Ferreria Thedim había recibido la cruz Pro Ecclesia et Pontifice y obtenido importantes premios en diversas exposiciones internacionales. En el mes de julio aceptó el encargo de Zamora y unos meses después el párroco firmó un contrato por el cual, el escultor se comprometía a entregar una imagen de 130 centímetros y tallada en madera de cedro de Brasil. Al comenzar el año siguiente, la imagen estaba ya concluida y para recibirla el párroco don Gregorio González y su coadjutor don Jerónimo Aguado se desplazaron hasta Portugal en el mes de abril de 1949. La recogieron en Oporto y fueron con ella hasta Fátima para bendecirla en la misma capilla de las apariciones.
En aquel momento el santuario y su entorno era muy distinto al actual. Aun vivían en unas casas paupérrimas de Ajustrel, la localidad más cercana a las apariciones, los padres y los familiares de los videntes, cuyas calles estaban sin pavimentar y eran difícilmente transitables. La hermana de Lucía, María de Los Ángeles cortó con un cuchillo un trozo de la encina donde se apareció la Virgen y se la entregó al párroco de San Vicente para que conservaran en Zamora este fragmento arbóreo como recuerdo de aquella visita, una reliquia que aún se conserva en la parroquia y que se da a venerar el trece de mayo de cad año, fiesta de la Virgen de Fátima.
De regreso, y tras pasar ciertos apuros para cruzar la frontera, la imagen llegó a la diócesis en el mes de mayo de 1949, siendo recibida por todas las parroquias por las que hizo escala: El Cubo del Vino, Corrales, Morales del Vino y Zamora. En la capital recorrió todas las parroquias y terminó en la catedral donde se celebró una misa multitudinaria en al atrio para continuar después una procesión desde el primer templo diocesano hasta la parroquia de San Vicente, su definitivo emplazamiento.
La capilla del siglo XVI donde se custodia actualmente la imagen se había restaurado previamente, colocándose un magnífico retablo barroco que estaba en la nave del templo con la Sagrada Familia. Se adaptó para albergar en su interior la nueva imagen de la Virgen de Fátima para lo cual, el escultor catalán Celestino Roig Artigas, un artista exiliado en Zamora por haber formado parte de las milicias republicanas, talló el relieve del bosque que simula el lugar de las apariciones y los niños que oran de rodillas ante la imagen. Le ayudó en esa tarea un jovencísimo Ramón Abrantes y para los niños utilizaron como modelos a tres niños de Zamora, una de las cuales aún vive.