"Id a la raíz para construir la comunión"

En la jornada de hoy la diócesis de Zamora ha celebrado la segunda jornada de su III Asamblea Diocesana en el Seminario San Atilano. El encuentro ha reunido a, aproximadamente, 100 participantes de diversos arciprestazgos y realidades diocesanas, con el objetivo de profundizar en la sinodalidad y la conversión pastoral y comunitaria. Una jornada de trabajo en comunidad en la que se ha utilizado la metodología de la conversación en el espíritu. Esta práctica busca que los participantes, a través de la oración y la escucha mutua, identifiquen las mociones del Espíritu Santo para orientar las decisiones pastorales.

La celebración de la segunda sesión de la Asamblea Diocesana viene a profundizar en el camino de conversión iniciado en la iglesia de Zamora, con el obispo a la cabeza, donde el discernimiento en común y, en consecuencia, la sinodalidad ha reformado las estructuras y los órganos de decisión. De esta forma, la iglesia de Zamora ya ha incorporado en sus consejos de gobierno a mujeres y laicos. Un camino de reforma que ha empezado por las estructuras y que continúa con los miembros de la comunidad cristiana.

“No se trata de entrar en debates estériles, intentando conocer quién tiene o no la razón, se trata de exponer libremente los pensamientos de todos y cada uno. Todos son válidos y de todos se puede aprender”, explicaba el vicario general de la diócesis de Zamora, Antonio Jesús Martín.

La jornada ha contado, nuevamente, con la participación de los jesuitas Juan Antonio Guerrero y José de Pablo, quienes ya habían colaborado en la primera sesión de la asamblea en septiembre de 2024. Los religiosos acuden por segunda vez a esta jornada asamblearia de la diócesis de Zamora para poner en común lo recogido en la primera parte de la asamblea en septiembre y para profundizar, en esta ocasión, en cómo construir “la difícil comunión”.

Para ello, el punto de partida ha sido un acercamiento a los evangelios y poner el centro de atención en las preguntas que hace Jesús a las personas con las que se encuentra. Desde esta pedagogía de Jesús, los diferentes grupos y realidades pastorales de la diócesis, tiene la oportunidad de revisarse “para discernir aquello que es verdaderamente importante y dejar lo que no lo es. Discernir es identificar el movimiento que debemos hacer”.

La jornada se ha estructurado en varias sesiones de trabajo, iniciando con una oración y una introducción sobre el discernimiento para construir la comunión. Posteriormente, se llevaron a cabo grupos de conversación espiritual, donde los participantes reflexionaron sobre la identidad y la comunión en la diócesis.

La jornada ha concluido con una eucaristía presidida por el obispo de Zamora, Mons. Fernando Valera, en la iglesia de San Torcuato.

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