22/04/2022
"La protección de los niños es un deber de todos", monseñor Valera
Balance del primer año de funcionamiento de la Oficina de Protección al Menor de la diócesis de Zamora.
Rueda de prensa
Fernando Valera, obispo de Zamora:
"Bienvenidos a esta nueva casa que queremos que sea también la vuestra. Os saludo y, como siempre, agradezco también la atención y diligencia que tenéis con nosotros a la hora de trasladar a la opinión pública cuantas informaciones relevantes os hacemos llegar. Especialmente quiero hacer mención a la extraordinaria cobertura que le habéis dado a esta maravillosa Semana Santa, mi primera Semana Santa con procesiones en las calles. Me habréis oído decir otras veces que una sociedad sana depende mucho de vuestra profesionalidad y compromiso con la verdad y con esta tierra. Por todo ello muchísimas gracias porque la sociedad en general y la Iglesia en particular os debe mucho.
Hoy os hemos convocado por coherencia evangélica y por el compromiso adquirido en todo lo que toca a protección de menores y personas vulnerables.
El papa Francisco, hace aproximadamente un año, dijo que “El abuso de menores es una especie de ‘homicidio psicológico’ y en muchos casos un borrar la infancia. Por lo tanto, la protección de los niños es un deber de todos”. Y desde el Estado a las familias, pasando por las instituciones intermedias (escuelas, clubes deportivos, asociaciones…) y cualquier ciudadano de bien, TODOS deben, TODOS debemos, ser PROACTIVOS en este tema.
Y en este compromiso con los más débiles la Iglesia quiere ESTAR, no puede permitirse no estar. Por eso, ahora, la delegada de la Oficina de Protección al Menor y el director de comunicación de la diócesis harán balance de lo que ha supuesto este año de trabajo en este ámbito concreto y los proyectos a corto y medio plazo".
Juan Carlos López, director de Comunicación de la diócesis de Zamora
"Pondremos todo lo que esté en nuestra mano para una reparación integral"
"En el balance de los casos atendidos por esta Oficina hemos de identificar dos situaciones que estamos gestionando tal y como les voy a relatar:
La primera, recordaréis, fue la que hace pública El País hace unos meses: Se refiere a un caso supuestamente ocurrido a mediados de la década de los 50 datándose el supuesto abuso en la parroquia de Toro, pero en el artículo no aparece referencia alguna al acusado (del que se indica que está fallecido), ni al acusador (también fallecido), ni a los hechos denunciados, ni a los posibles testigos porque, al parecer, no los había. Al habla con los periodistas encargados de este reportaje, yo mismo, les ofrezco plena colaboración por parte de esta diócesis, pero del mismo modo les solicito que trasladen a la persona que les comunica estos hechos, la necesidad de que aporte más información para poder realizar, si procediera, una investigación preliminar y manifestarle, en todo caso, nuestra disponibilidad absoluta para colaborar en el esclarecimiento de la verdad. De hecho, fueron revisados todos los archivos relativos a esa década y no apareció ningún dato que pudiera ilustrar este caso. Hasta la fecha no hemos tenido más noticias de El País.
El segundo caso nos llega a través de la fiscalía. Curiosamente también se produce supuestamente en Toro. La fiscal nos solicita, por posible delito de abusos, la confirmación de la existencia de un determinado sacerdote y la explicitación de su destino pastoral en la década de los 80. Nosotros, de manera inmediata, le trasladamos que, efectivamente, ese sacerdote, ya fallecido, existió y desarrolló, en la década de los 80, su ministerio en la ciudad de Toro coincidiendo en el tiempo, según nuestros archivos, con el denunciante, menor de edad. A partir de ahí la fiscal hace las valoraciones oportunas y finalmente, sin explicitarnos el contenido de la denuncia, con fecha 7 de abril nos comunica el archivo de la causa por prescripción y fallecimiento del acusado.
Evidentemente, permitidme, como os podéis imaginar, que no aportemos datos concretos de las personas por respeto a la intimidad de la presunta víctima y a la imposibilidad de defensa del presunto victimario. De hecho, en los dos casos anteriormente relatados, se le facilitó expresamente tanto al Diario El País, como a la fiscalía, una vía de acceso directo para que se le trasladara al denunciante nuestra absoluta disponibilidad.
Nuestro compromiso sigue siendo, hoy más que nunca, con o sin casos, la generación de espacios seguros para desarrollar la actividad pastoral en un siglo XXI limpio de abusos de todo tipo.
En este orden de cosas, el compromiso inminente es presentar a las familias de los participantes en nuestros campamentos de verano los protocolos recogidos sintéticamente en la Guía de Buenas Prácticas que apuntaba anteriormente la delegada. Para lo anterior hay en marcha ya un proyecto formativo para cada uno de los coordinadores y monitores que participarán en las actividades de verano. Yo mismo llevo coordinando campamentos más de 25 años y nunca he tenido ningún problema, pero eso no nos puede relajar en el cuidado escrupuloso de los menores que se nos encomiendan.
También, cara al curso 22/23, estamos trabajando en la creación de espacios escolares seguros, ofreciendo a los colegios un distintivo diocesano propio que acredite la formación específica en protección de menores y personas vulnerables.
El obispo de Zamora, Fernando Valera, cerró la rueda de prensa indicando que "condenamos rotundamente y nos desmarcamos de cualquier tipo de abusos sean de orden sexual, de poder o de conciencia y por eso siempre, independientemente de su prescripción en el ámbito civil, tendremos una posición de tolerancia 0 contra el delito, poniendo todo lo que esté de nuestra mano para contribuir a la reparación integral desde el acompañamiento humano, espiritual, psicológico y jurídico".