Ministerios laicales: lector, acólito y catequista

El vicario para los ministerios ordenados y laicales, Juan Luis Martín, ha presentado esta mañana al Consejo de Gobierno de la diócesis de Zamora y al Colegio de Arciprestes el documento de la Conferencia Episcopal Española Orientaciones sobre la institución de los ministerios de lectos, acólito y catequista.

Según la tradición de la Iglesia, los ministerios laicales son las diversas forman que adoptan los carismas, se reconocen públicamente, se ponen a disposición de la comunidad y de la misión de la Iglesia de forma estable. En este sentido, la vicaria para los Ministerios Ordenados y Laicales pone en marcha el itinerario de formación de estos laicos que han descubierto su vocación dentro de los ministerios instituidos.

Competencias del Lector

Atender la organización de la liturgia de la Palabra
Coordinar la formación permanente del grupo de lectores
Animar, fomentar y acompñar la formación bíblica, la lectura de la Palabra y la lectio divina
Colaborar en las actividades evangelizadoras
Atender lugares de especial sensibilidad humana: hospitales, residencias, prisiones, tanatorios, cementerios, etc.

Competencias del Acólito

Servir el altar, de acuerdo con sus competencias propias.
Acoger a las personas que van a conformar la asamblea litúrgica y animar su participación.
Preparar catequética y litúrgicamente el grupo de monaguillos.
Dirigir las celebraciones dominicales en ausencia de presbítero.
Desempeñar las funciones del ministro extraordinario de la comunión, al serlo en su condición de acólito (cfr: OIM nn. 34-35). Importante tener en cuenta que puede ser ministro extraordinario de la comunión sin ser acólito.
Atender lugares de especial sensibilidad humana como hospitales, residencia de ancianos, prisiones, tanatorios, cementerios, etc.
Participar en la acción caritativa y social como también en la pastoral de la salud en la diócesis.

Competencias del Catequista

Coordinar la actividad catequética, animar a los catequistas y fomentar la formación y espiritualidad de los mismos.
Trabajar los ámbitos propios de la catequesis: primer anuncio, iniciación cristiana, formación permanente, reiniciación cristiana y catequesis familiar.
Acoger, discernir y acompañar nuevas iniciativas y metodologías en la catequesis.
Animar y coordinar la catequesis en un ámbito pastoral: unidades parroquiales, arciprestazgos, vicarías territoriales…

¿Quieres ser Lector, Acólito o Catequista?

La presentación de los candidatos corresponde al párroco y al consejo pastoral. Si los laicos propuestos aceptaran, se solicitaría al obispo el ingreso en la etapa formativa y de discernimiento. Posteriormente, el candidato se comprometería a acoger y a ejercer el ministerio con plena disponibilidad durante el tiempo que el obispo considere, de forma gratuita y asumiendo las exigencias pastorales de la diócesis.

Por otro lado, los candidatos han de haber completado la iniciación cristiana y encontrarse en una situación canónica regular, haber desempeñado una función reconocida y pública en su comunidad cristiana, ser mayor de edad, tener disponibilidad y capacidad para trabajar en común, y tener disposición para realizar el discernimiento y la formación.

Cese en el ejercicio del ministerio

Los ministerios instituidos no imprimen carácter por lo que dichas funciones, aunque requieren cierta estabilidad, no tienen por qué ser permanentes. Es competencia del Obispo dispensar del ejercicio del ministerio cuando los aconsejen las diversas circunstancias (cfr: OIM 19). Al cumplir 75 años presentará su carta de disponibilidad al Obispo.

Viky Esteban