"Nuestro objetivo es la justicia restaurativa", delegada de Protección del Menor

Balance del primer año de funcionamiento del nuevo equipo de la Oficina de Protección del Menor. Rueda de prensa.

 

María Jesús Sánchez Sanz, delegada episcopal de Protección del Menor

La Oficina de Protección al Menor de la Diócesis de Zamora empezó a funcionar en el año 2020.

Con la llegada de nuestro Obispo D. Fernando se dio un nuevo impulso, ampliando el equipo de personas y los objetivos de la misma, desde un planteamiento más proactivo.

El equipo está formado por Florentino Pérez, Pedro Faúndez, Ignacio Enríquez, Juan Carlos Hernández y Mª Jesús Sánchez. Cada miembro está especializado en un área específica, para hacer un acompañamiento integral a las víctimas, desde el punto de vista espiritual, personal, social, psicológico y asesoramiento jurídico.

Todos los miembros son expertos en Prevención de Abusos Sexuales y Creación de Espacios Seguros por la Universidad Pontificia de Comillas, además de llevar adelante una formación continuada.

El objetivo con las víctimas es la “justicia restaurativa”, que se materializa en:

- acogida y escucha a la víctima, desde el respeto y dignificando a la persona. La víctima en algunos casos, ve aliviado su dolor al devolverle “la voz”, silenciada durante mucho tiempo.

-recogida de documentación, y traslado a la Vicaría Judicial, para iniciar la investigación y las diligencias desde la Jurisprudencia Canónica.

-denuncia de los hechos a la Justicia Civil (acompañando a la víctima o realizando directamente la denuncia), ya que son delitos que la justicia ha de juzgar.

-acompañamiento de la víctima en sus necesidades (psicológicas, espirituales, personales, jurídicas...), o derivación al recurso que más se adecúe a su situación.

Como indica la Ley Orgánica de Protección Integral a la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia (LOPIVI), son muchos los ámbitos en el que el menor puede sufrir violencias (familia, actividades deportivas, ámbito educativo…). En este contexto, La Iglesia con la experiencia de su trabajo y a través de esta iniciativa única y pionera, quiere ofrecer también el servicio a todas las víctimas.

En la Oficina se han realizado las siguientes actividades en nuestro contexto diocesano:

- petición del certificado de ausencia de delitos sexuales a todas las personas que trabajan con menores.

-realización del Protocolo de Buenas Prácticas (Proyecto Ángel)

-realización de una Guía de Buenas Prácticas que se deriva del protocolo anterior.

Estos dos últimos documentos son algunos de los que se desarrollan en las formaciones realizadas en los siguientes ámbitos:

-pastoral: se están realizado formaciones para la creación de espacios seguros dirigido a sacerdotes, catequistas y cualquier persona que trabaja con menores en las parroquias.

-tiempo libre: se han realizado formaciones para la creación de espacios seguros a los trabajadores del Centro de Atención al Menor de Cáritas Diocesana de Zamora. Está también programada una formación para los coordinadores y monitores de los campamentos diocesanos.

-educativo: existe un proyecto para la realización de una formación para la creación de espacios seguros, a profesores de ámbito público y privado.

La Oficina también forma parte de la Coordinadora Nacional de Oficinas de Protección al Menor y Personas Vulnerables, promovida por la Conferencia Episcopal Española, donde se realizan formaciones y se comparten experiencias.

Por otro lado, también se está colaborando con la auditoría promovida desde la Conferencia Episcopal Española, que está realizando el despacho “Cremades-Calvo Sotelo”.

Como síntesis de los objetivos y acciones de esta Oficina, señalar:

-El centro de la acción es la víctima, ofreciendo un espacio de escucha y respeto. A la persona se le da voz a su dolor, y acompañamiento en sus necesidades. El fin es lograr una justicia restaurativa e integral.

- La Oficina quiere ser un servicio accesible y cercano para las víctimas, con un teléfono de contacto y un correo electrónico que aparece en la página del Obispado, siendo respetada la intimidad y confidencialidad de las personas.

-La prevención es una tarea central en este momento, generando espacios seguros para los menores y personas vulnerables en todo el ámbito diocesano.