"Un nuevo camino que supondrá esfuerzos"

Una vez finalizada la rueda de prensa y respondiendo a la pregunta de una periodista de cuál era la situación estructural de la diócesis de Zamora, el obispo -tras casi un año en la diócesis- ha reconocido "problemas estructurales en la economía diocesana" que le producen una "gran preocupación".

Así las cosas, ha utilizado algunos ejemplos para explicar la situación real de la economía diocesana: “el edificio del Seminario (que alberga al propio Seminario, la Casa de la Iglesia y la Casa Sacerdotal) tiene un déficit estructural de 600.000 euros, en las parroquias hay un déficit de 500.000 euros, y también hay un déficit de 1 millón de euros en lo que se refiere a conservación y arreglo de templos”. 

El obispo ha especificado que hasta este momento, la diócesis ha ido “salvando” estos desajustes “vendiendo patrimonio” y ahora la iglesia de Zamora “tiene lo que utiliza y lo que se ve”. Así las cosas, monseñor Valera ha anunciado un camino “que supondrá esfuerzos y un planteamiento distinto”.

Por todo lo anterior, el obispo no descarta la contratación de una empresa externa que ayude a marcar las líneas de actuación del futuro para el sostenimiento económico de la diócesis y poner en marcha un plan de viabilidad económico.

En otro orden de cosas, y continuando con las cuestiones planteadas por los periodistas, monseñor Valera ha recalcado que la Semana Santa y otro tipo de manifestaciones religiosas se mantendrán cumpliendo siempre la normativa vigente. "La Iglesia de Zamora se ha limitado a lo largo de este tiempo de pandemia a respetar las normas de la administración competente".