25/02/2023
Zamora vive un día histórico con la ordenación de su primer diácono permanente
La diócesis de Zamora ha vivido hoy una jornada histórica. Antonio Vela López ha sido ordenado diácono permanente, el primero en la historia de esta iglesia diocesana. La S. I Catedral de El Salvador de Zamora ha sido el lugar sagrado en el que se ha celebrado, solemnemente, este rito de entrada al orden diaconal.
La esposa de Antonio, sus tres hijos y sus siete nietos, junto al resto de familiares y amigos, han asistido emocionados a la celebración que ha presidido el obispo de Zamora, Fernando Valera y que ha concelebrado el obispo emérito de Chimbote (Perú) -nacido en Carbellino de Sayago-, Angel Francisco Simón Piorno junto a un nutrido número de presbíteros de la diócesis de Zamora.
El obispo de Zamora durante la homilía recordó el largo proceso formativo que inició en Getafe el candidato y que, posteriormente, continuó en Zamora. Un largo recorrido que ha finalizado hoy con su ordenación ante el Pueblo de Dios. Además, monseñor Valera explicó también a los presentes cuál es el significado de la diakonía: “es un ministerio de servicio de la Liturgia, de la Palabra, y de la Caridad. Es una dimensión de toda la Iglesia”.
Por otra parte, don Fernando se dirigió al candidato para pedirle que “se muestre sin mancha”. Para finaliza le invitó a no perder la esperanza en el Evangelio “al que debes escuchar y servir”. El obispo insistió en que la forma de vivir el ministerio de la fe es “con alma limpia” y mostrando “en tus obras las palabras que proclamas”.
Desde el presbiterio, el ya diácono permanente se dirigió a los presentes para mostrar su sentimiento "de gratitud". Agradeció a Dios la familia que había formado junto a su esposa, un momento en el que no pudo ocultar su emoción, pero ese sentimiento de gratitud lo extendió a otros miembros de su familia. Tuvo unas bonitas palabras de recuerdo a sus padres: Gabriel y Fernanda; también a sus tres hijos por "mostrarme su apoyo incondicional", a sus nietos "por quererme día a día", y al resto de familiares que le acompañaban en este día tan importante de su vida.
Tampoco olvidó al pastor de la diócesis: "gracias don Fernando por su cercanía y cariño durante este tiempo, espero no defraudarle".
Tuvo que contener las lágrimas en varias ocasiones y al finalizar, los presentes, le devolvieron una amplia ovación.