13/11/2021
Congreso Diocesano de Laicos (II parte)
El Congreso diocesano de Laicos finaliza hoy con una jornada intensa de reflexión y trabajo. Tras la oración inicial en la iglesia de San Andrés, el encargado de abrir el itinerario Procesos Formativos fue el sacerdote diocesano y profesor de la facultad de Teología de la UPSA, Emilio Justo. En su disertación hizo hincapié en que la formación significa “crecer, madurar y profundizar en la fe” y por todo ello necesaria. El misterio para los cristianos no es algo que no se pueda entender o conocer, todo lo contrario: “para vivir la fe también necesitamos conocerla, si no la entendemos, eso es esoterismo”.
La formación, según el sacerdote, genera liberta y verdadera participación. Los pastores de la Iglesia “tenemos que querer laicos bien formados aunque eso nos suponga más esfuerzo” porque de esa manera existirán comunidades cristianas “vivas”. Por otra parte, los laicos han de procurar también su formación para “tener una palabra” tanto dentro de la comunidad a la que pertenezcan, como en otros ámbitos de la vida pública.
Entendiendo que la formación es irrenunciable, Emilio Justo urgió a los presentes a “leer”. Artículos cortos, textos más amplios y por supuesto “buenos libros” que ayuden a salir de los esquemas mentales de siempre. El libro de cabecera y fundamental siempre será “la Biblia” puesto que ayudará a renovar la vida cristiana.
Como conclusión, el ponente explicó que la tarea era personal y también comunitaria. Por un lado, es necesario el “esfuerzo personal” para incidir en la formación y el aprendizaje; por otra parte, habrá que “generar espacios” parar la reflexión en comunidad.
A continuación, se presentaron dos experiencias en clave formativa. Primero, dos laicos de Zamora explicaron el grupo Entretiempo de Fe y la Escuela Bíblica de Santander.
El Congreso diocesano de laicos continuó con el diálogo por grupos en el que se hace un balance y se ofrecen aportaciones en relación a lo que se ha contado durante la mañana.